Al despertar daré gracias a Dios por tener la oportunidad el día de hoy de existir.
Me maravillaré por todos los milagros que se dan en mi persona y en la creación que me rodea.
Alimentaré mi mente con mensajes que me estimulen al triunfo y fortalezcan mi resistencia ante las adversidades.
Ante cada problema buscaré el desafío para desarrollar al máximo mis potencialidades y los enfrentaré con profundo optimismo.
Aumentaré mis conocimientos y lo más importante, los pondré en práctica.
Ejercitaré mi cuerpo para dar energía a mi fuerza de voluntad que es la esencia para dirigir mi existir.
Me comunicaré con Dios para recibir inspiración y protección en cada acción que realice.
Hoy es mi día, el día en que recibiré el aliento sincero de la gente que conozco.
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