HOLA, SEAN BIENVENIDAS Y BIENVENIDOS....

En este blog, encontrarás insumos necesarios para anular paradigmas perjudiciales para nuestro crecimiento personal y económico, experiencias de grandes maestros como JESUCRISTO, Miguel Angel Cornejo, Camilo Cruz, Rhonda Byrne, Robert Kiyosaki, Carlos Cuauhtémoc Sánchez y otros. Sabías que tenemos el PODER para ser grandiosos, prósperos y que DIOS, tiene un gran propósito para tí y quiere bendecirnos en la medida en que le pidamos y lo que nuestra mente pueda imaginarse?. La decisión la tomas tú y sólo TÚ.

VALORES CORPORATIVOS

¿EN DÓNDE NOS EXTRAVIAMOS?
La posmodernidad nos ha arrastrado a un paradigma equivocado, son múltiples los facilitadores tan atrayentes que hoy poseemos para esforzarnos cada día menos al realizar nuestras tareas: automóviles, teléfonos, secadoras, alimentos rápidos, hornos de microondas, y muchos más. Se calcula que los avances tecnológicos de los últimos 50 años superan toda la historia humana, en síntesis, producimos cada día más y mejor, lo cual ha elevado nuestra calidad de vida, dotándonos del recurso más valioso y no renovable: el tiempo, sin embargo, la mayoría de los seres humanos en lugar de utilizarlo para continuar en permanente evolución se han sumido en la apatía de querer lograr todo sin esfuerzo, envolviéndonos en una nueva peste social: la mediocridad.
Hemos sacrificado la felicidad por el placer, lo importante por lo urgente, la trascendencia por la temporalidad, el largo plazo por lo inmediato, podemos considerar que esto es la gran miopía de nuestro tiempo. El consumismo nos ha consumido, por ejemplo, hemos preferido el placer de levantarnos tarde, sacrificando la felicidad que nos puede producir realizar un trabajo puntual y bien hecho; los jóvenes han optado por el placer de la droga en lugar de un proyecto de vida; el alumno ha elegido el placer de no asistir a clases, sacrificando su realización vocacional; el placer de conectarse a la televisión arrojando nuestro tiempo a un bote de basura, en lugar de utilizarlo en nuestra preparación y desarrollo.

Este fenómeno podríamos extenderlo a cualquier campo: en la empresa, atender solamente la demanda actual de nuestros clientes sin planificar el futuro, disponer de utilidades hoy cuando se hace necesario invertir para el mañana; en la familia, los padres permisivos que buscan cosechar el agradecimiento de sus hijos sin visualizar cómo lesionan su futuro, así se ha configurado una generación de indolentes y apáticos que desean todo de la vida sin esforzarse en nada, excepto en disfrutar de inmediato sin importar las consecuencias.

Los medios de comunicación se han hecho cargo de buena parte de esta indolente tarea, pues los héroes tan gustados por nuestra niñez y juventud representa personajes con éxito: Superman, Rambo, Batman, y tantos más; millonarios de todo tipo que tienen una característica común: ninguno de ellos trabaja, viven del placer que por arte de magia y sin esfuerzo alguno, siempre están cosechando. Ésta es la imagen que se ha transmitido al inconsciente colectivo de los televidentes, que el placer produce felicidad, lo cual es falso, pues el placer es una consecuencia natural de la felicidad, a menos que se produzca esa sensación de goce provocándola con estimulantes externos, como drogas o alcohol.

El no esfuerzo es uno de los principales antivalores a nivel mundial, la flojera representa hoy uno de los elementos más nocivos, y ha gestado toda una generación de mediocres. En una encuesta reciente, hecha en América Latina, se identificó este antivalor como el primero, en contraste con algunos países asiáticos que han propuesto el valor del esfuerzo como el pasaporte inequívoco para alcanzar el éxito. Es un instinto natural del ser humano el anhelo de vivir mejor, el reto consiste en cómo lograrlo, hay caminos ya probados, en esencia son tres: pedir limosna, robar o trabajar. Por supuesto, si un agricultor desea tener una buena cosecha podrá hacer muchas peregrinaciones o encender cientos de veladoras a su santo predilecto, pero sin garantía alguna de que su milagro se realice, en cambio, si se levanta temprano, le ofrece su tarea a Dios, dedicándose a su trabajo, las posibilidades de triunfar están casi garantizadas. Robar es el camino más fácil y también el más degradante, despojar a otros del fruto de su esfuerzo, corromper o robar la vida de otros seres humanos, o traficando drogas, todo por el deseo del placer a corto plazo que nos venden las más famosas producciones cinematográficas, todo por conseguir el placer por el placer, que en última instancia producirá sólo la satisfacción temporal, pero nunca un estado pleno de felicidad.

¿En dónde nos extraviamos?, en la cosificación del placer, la cual es una gran seducción ficticia, pues gozar los beneficios debe estar en relación directa con el esfuerzo realizado.

Miguel Ángel Cornejo